El presidente del Banco
Sabadell, Josep Oliu, se
puso unas gafas nuevas,
montura moderna de pas
ta oscura, para entrar en
la junta extraordinaria de
accionistas de ayer en Sa
badell, donde se ponía a
debate la venta de la fi
lial británica TSB al Banco
Santander, y elposterior
reparto de un dividendo
de 2.500 millones de eu
ros. Pasado un rato, Oliu
echó mano de sus ante
ojos habituales, de gran
des cristales y fina montu
ra dorada. No será porque
no viera claro el resulta
do de la votación: 99,6%
de apoyos a la decisión de
venta tomada por él y por
el consejero delegado, Cé
sar González-Bueno.
Esta vez, acertar con el
pronóstico era una apues
ta de poco riesgo, porque
el visto bueno de los accio
nistas se daba por seguro
toda vez que la venta de
TSB refuerza el muro del
Sabadell contra la opa hos
til. La incógnita se posa en
el tejado del BBVA y en sus
intenciones a corto plazo.
Sobre el papel, los proble
mas crecen para el banco
que comanda Carlos To
rres, pero la entidad no
da signos deque vaya a
desistir de su particular
verano azul.
El Sabadell desvincu
ló el apoyo masivo de los
accionistas para vender
TSB del resultado que pu
diera tener una votación,
de esos mismos accionis
tas, sobre una oferta de
absorción formalizada por
el BBVA, pero el espalda
razo a la estrategia fijada
por la dirección del ban
co catalán esrevelador.
Tras el resultado de la jun
ta extraordinaria de este
miércoles, en los corrillos
de ejecutivos del Sabadell
se percibía satisfacción.
Oliu y González-Bueno se
van de vacaciones con la
sensación de deberes he
chos y a la espera de cómo
reacciona el BBVA.
El dilema radica en si
procede seguir adelante
con el plan de opa o es más
recomendable tirar la toa
lla. Un desistimiento en
pleno agosto, con el foco
informativo aletargado, y a
rueda de la manifestación
de voluntades hecha por
los accionistas del Saba
dell podría facilitar la di
gestión de un abandono
por parte del BBVA.
El consejero delegado
de la entidad, Onur Genç,
fue poco contundente la
semana pasada para des
pejar dudassobre una
posible renuncia. “No hay
garantías de nada”, dijo.
Otra posibilidad es elevar
la oferta económica para
seducir a los accionistas
del Sabadell, pero el mis
mo Genç lo ha negado rotundamente “La oferta es
la oferta. Lo hemos dicho
múltiples veces”. El BBVA
ofrece una acción propia
y 0,7 euros en dividendos
atrasados por cada 5,3456
títulos del Sabadell.