MADRID, 11 (SERVIMEDIA)
la edad media de las personas que buscan una vivienda de alquiler de larga estancia en España creció un 11,9% entre 2020 y 2025, pasando de 32,16 a 36 años, según los datos de un estudio de la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) y la Sociedad Española de Alquiler Garantizado (SEAG).
De hecho, las agencias inmobiliarias consultadas indican que la franja mayoritaria se sitúa, actualmente, entre los 30 y 40 años, en el 62,9% de los casos, seguida de la de entre 40 y 50 años (21,6%) y de la de entre 20 y 30 años (13,9%).
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El mismo informe indica que el 65,5% de personas arrendatarias son parejas, con y sin hijos, seguido de personas solas (17,1%), personas que comparten piso (13,5%), ya sean grupos de amigos (7,5%) o varias familias (6%). Asimismo, el alquiler por parte de empresas representa el 3%, indican las agencias encuestadas.
Respecto al uso destinado a la vivienda de alquiler, el 69,3% alquila una vivienda como primera residencia, el 13,4% por motivos profesionales, el 12,% como piso de estudiantes y el 4,9% como segunda residencia.
Por otra parte, las viviendas más alquiladas tienen una media de 76,22 metros cuadrados, lo que equivale a viviendas entre dos y tres habitaciones Según las inmobiliarias, el precio medio mensual más demandado para una vivienda de alquiler se sitúa en 766,14 euros. Sin embargo, la renta media por la que se alquilan las viviendas se sitúa en los 895 euros.
Precisamente, los precios al alza están provocando un éxodo inmobiliario sin precedentes, ya que el 30,16% de la demanda se ha desplazado de las principales ciudades o capitales de provincias a la periferia, como ya adelantó FAI hace unas semanas.
De hecho, la demanda de alquiler ha crecido un 27,65% en dos años, desde la entrada en vigor de la Ley de Vivienda, mientras la oferta sigue en negativo, con una caída del 34,35% desde mayo de 2023 hasta mayo de 2025.
Ante el agravamiento de la crisis habitacional, FAI lamenta que la última Conferencia de Presidentes “no haya servido para abordar las soluciones al problema de la vivienda de una forma unánime y transversal, con políticas coordinadas entre los tres niveles de la administración, que pasan por un gran pacto de estado y un “Plan Marshall” de la vivienda”.